Ya teníamos ganas de dejar atrás
este invierno tan lluvioso y ventoso que hemos padecido y ya estábamos ansiosos
de sacar a pasear a nuestras motoabuelas, prueba de ello ha sido la alta
participación y la excelente puntualidad de todos.
Era la primera vez que abríamos las
puertas a otro tipo de vehículos y a otras personas, eso sí, todos cercanos a
miembros del club, y la verdad es que la experiencia ha sido muy positiva. Más
de treinta vehículos, motos de carretera, de campo, quads, nuestras queridas
motoabuelas y más de cuarenta participantes compartimos primero ruta y luego
mantel en ésta nuestra primera salida oficial.
Divididos en tres grupos y por tres
rutas diferentes, partimos todos desde el frontón viejo de Castrillo, en un día
soleado y poco ventoso que nos ayudó a completar la primera parte de la ruta
con parada en Mica, una fábrica de cerveza artesana nueva en el panorama
empresarial nacional, pionera en el mercado comarcal, y que junto con tantas
otras que últimamente están viendo la luz ya representan el 7% de cuota de
mercado sectorial.
Una vez aparcadas y expuestas las
motos, salió a nuestro encuentro Juan, su dueño, que nos explicó los pasos que
siguen para elaborar su producto, totalmente artesano y natural, desde la
selección de la materia prima, pasando por el proceso de fermentación con
levaduras tipo Ale y terminando con una refermentación en botella. Una buena
explicación para un tema tan desconocido para casi todos, más familiarizados
con los procesos de elaboración de nuestros vinos. Tras la explicación llegó la
degustación del producto y el almuerzo, momento en el que aprovechamos para
agradecerle la visita con la entrega de una placa de recuerdo de nuestra
visita.

Suerte Juan con tu cervezamica, el producto es muy digno y ahora toca lo más duro, ponerlo
en el canal de distribución y que se venda.
Finalizada la visita iniciamos la
segunda parte de la rutas programadas que, como en las anteriores,
transcurrieron con normalidad y sin incidentes, rumbo al Restaurante Río Duero
de Fresnillo de las Dueñas, donde nos esperaba la comida, tan copiosa como
esperada, y con la que pusimos el punto final a la jornada.
En definitiva, un día con muy buenas
sensaciones, nuestras queridas motoabuelas se portaron fenomenal, la compañía fue
de lo más recomendable, la visita a la fábrica muy interesante y el cocido como
siempre, poco digestivo pero muy gratificante.
Para finalizar queremos agradecer a
todos los participantes, socios y amigos, su participación, con mención
especial para aquellos que vinieron de lejos para acompañarnos, Luis y María
Eugenia desde Guadalajara y Bolita desde Cuellar, tan integrados en el grupo
que no se a qué
están esperando para hacerse socios. Y un diez para nuestras monturas que cada día
que pasa nos dan menos disgustos y más satisfacciones.
Solo un pero, como todos queríamos
andar en moto, nadie se acordó de que normalmente también hacemos fotos. Gracias
a la familia cervecera por dejarnos compartir las suyas….
FOTOS.
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