VISITA MUSEO MIRANDA 28-NOVIEMBRE-2010

Con temperatura bajo cero y un acompañante inesperado ya que el quitanieves nos escolta en los primeros kilómetros iniciamos esta ruta de otoño (de invierno camuflado). Por primera vez se sale con puntualidad, a las 10,00, y eso hace que algunos tengamos que hacer unos kilómetros en solitario hasta que una vez pasados Fuentespina y Fuentelcesped llegamos a Montejo donde nos reagrupamos. Desde ese punto la ruta se complica, las carreteras ya no son llanas y el firme ya no lo es tanto, ¡¡que tiene la provincia de Segovia que parece ser que no existe para la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León!!. La ruta continua, aparece el sol, Villaverde de Montejo, Valdevacas, otra vez Montejo, retomamos la provincia de Burgos, ya no hay sol, Fuentelcesped, Santa Cruz y Vadocondes. Allí tenemos preparado el almuerzo, algunas de nuestras chicas nos tienen preparada una mesa que está “pa comersela”. Madre mía el frío que hace, no podemos ni sujetar los vasos, los pies están congelados, vamos que almorzamos en un abrir y cerrar de ojos y no todos pues alguno aprovecha para resolver algún problema mecánico. La verdad es que salimos “pitando” hacia Aranda donde el sol vuelve a aparecer y la sensación térmica sube enteros. Paramos en la Calle Burgo de Osma donde ya nos espera Constantino Miranda, propietario en su día junto con su hermano de una tienda de guarnicionería en cuero, transformada a fabricación de toldos cuando los caballos de carne y hueso evolucionaron a los caballos fiscales. La visita resulta interesante y entretenida, hay una buena muestra de piezas para animales vendidos en su época a agricultores de la zona y posteriormente recuperados y restaurados, útiles y herramientas del oficio, algunas recreaciones en miniatura de conjuntos de carro y machos, unas fotografías muy curiosas del interior de la cabina de un camión forrada de cuero, etc. Finalizamos la visita con la entrega de una placa de agradecimiento y con una cierta polémica cuando nos explica los motivos de desaparición del negocio familiar y nos hace ciertos comentarios a los que nuestras chicas no ponen buena cara.


A las 13,00 horas se da por finalizada la visita y ponemos rumbo a Torregalindo donde, además de agradecer el “solillo de mediodía”, volvemos a disfrutar de la hospitalidad de los anfitriones y con un gran ambiente damos cuenta de unos cuantos pollos de corral. A los postres se concretan algunos temas pendientes, y siendo todavía de día ponemos rumbo a Castrillo y damos por concluida la jornada.

En fin que ya estamos con los preparativos de la siguiente, Papá Noel en Motoabuela, ¿quien se anima?.

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